viernes, 6 de agosto de 2010

FELIZMENTE Se concretó el primer MATRIMONIO en Chaco; se casaron Alberto y Camilo




La ceremonia fue especial. Como los flamantes contrayentes son sacerdotes africanistas hoy cumplieron con el acto formal a cargo de la directora del Registro Civil de la primera sección, Mercedes Ojeda, pero la ceremonia religiosa será más adelante. Camilo Raynoldi de blanco y Alberto Cabrera de traje oscuro muy clásico, afirmaron que la vestimenta elegida para la ocasión fue por puro “gusto”. Entre familiares y medios de comunicación, la pareja dejó estampada sus firmas convirtiéndose para la ley en cónyugues. Claramente emocionados, dijeron que por ahora no irán de luna de miel y que recibieron muchos regalos. La fiesta será mañana pero para los más íntimos.


Abarrotado de medios de comunicación nacionales y locales se vio este viernes el domicilio de Lavalle 1415; el “nido de amor” del chaqueño Alberto Aníbal René Cabrera, de 42 años y el correntino Alejo Camilo Raynoldi, de 46, que hacen más de 20 años conviven como pareja. La ocasión lo ameritaba. Todo decorado en tonos azul, celeste y blanco con flores rosas y un escritorio especialmente preparado para el acto formal en espera de las autoridades.

Completamente cómodos, los contrayentes posaron para las cámaras y dieron notas antes y después del “gran momento”. Así, minutos después de las 11, todos comenzaron a tomar sus lugares ya que habían llegado la directora del Registro Civil primera sección, Mercedes Ojeda, y su secretaria María Griselda Paredes para oficiar la unión civil. Camilo de blanco y Alberto de traje clásico oscuro, admitieron que la elección de la ropa fue por “gusto” personal.
Un ramo de flores a un lado auguraba una “feliz boda” en la tarjeta y así fue porque ambos no se borraron la sonrisa de la cara. Mientras, los flashes de las majestuosas cámaras de televisión y medios gráficos compitieron con los de las sencillas máquinas que usaron los familiares y amigos para registrar el inolvidable momento. Las copas y dos champagnes en una mesa y recipientes llenos de pororó en otra. Estaba todo listo.

Ojeda comenzó leyendo los artículos 198, 199 y 200 del Código Civil: “Los contrayentes se deben mutuamente fidelidad, asistencia y alimentos. Los contrayentes deben convivir en una misma casa, a menos que por circunstancias excepcionales se vean obligados a mantener transitoriamente residencias separadas. Podrán ser relevados judicialmente del deber de convivencia cuando ésta ponga en peligro cierto la vida, o la integridad física, psíquica o espiritual de uno de ellos, de ambos o de los hijos”, dijo.

Y continuó: “Cualquiera de los cónyuges podrá requerir judicialmente se intime al otro a reanudar la convivencia interrumpida sin causa justificada bajo apercibimiento de negarle alimentos. Los esposos fijarán de común acuerdo el lugar de residencia de la familia”. La oficial pública recibió de cada uno de ellos, uno después del otro, la declaración de que quieren respectivamente tomarse por cónyugues para finalmente declarar: "Habiendo prestado vuestro consentimiento, quedan unidos en legítimo matrimonio para la ley argentina".

Cumplido el paso de asentar las firmas en el libro, todo estalló en aplausos y una lluvia de flashes para rescatar el beso, el abrazo, las sonrisas, la exhibición de sus documentos donde consta su enlace, y la satisfacción de todos aquellos que presenciaron la “formalidad”. Ante la consulta de DiarioChaco.com, precisaron que no está planeada ninguna luna de miel porque “hay que seguir trabajando”, que la ceremonia religiosa está prevista para más adelante y que recibieron muchos regalos pero todavía no los abrieron.

Como ambos son sacerdotes africanistas que practican sus creencias activamente, sus seguidores cumplieron con lo que pacta esta religión informal y arrojaron a los “esposos” no arroz como se suele hacer en parejas enlazadas bajo el catolicismo sino pororó. Según comentarios los allí presentes, la ofrenda significa “apertura de caminos”. Tras los saludos, llegó el brindis y las fotos familiares para la posteridad; como así también la entrega de la representante del INADI, Leticia Valle, de una declaración formal.

fuente: diariochaco.com