Hoy 28 de Junio se conmemora una fecha más del Día del Orgullo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales.
Desde Unidos por la Diversidad reflexionamos:
Una autora argentina alguna vez escribió: “quien no fue mujer ni trabajador piensa que el de ayer fue un tiempo mejor” y nosotros decimos ahora que “quien no fue gay, lesbiana ni transexual piensa que el de ayer fue un mundo mejor”. Y la podemos parafrasear porque esa misma autora, María Elena Walsh, se atrevió a hablar, poéticamente, de sus preferencias sexuales antes de que la transgresión fuera moda.
Hoy 28 de junio, celebramos el día internacional del orgullo LGBT; pero, lo celebramos con la conquista de derechos que significaron las leyes de Matrimonio Igualitario y de Identidad de Género. Plenamente concientes de su importancia y de lo felices que han hecho a mucha gente, instamos a no dormirnos, ilusionados con la idea de que todo está resuelto. Hay mucho por pensar, mucho por concienciar, mucho por mostrar, mucho por hacer y, sobre todo, en este aniversario, mucho por reivindicar. Reivindicar a los tantos activistas que, cuando militar por los derechos de las minorías sexuales era andar por un camino de cornisa, creyeron que un mundo más justo e igualitario era posible.
Creemos que el único modo factible de completar el cambio social es, fundamentalmente, el de contextualizarnos. La realidad del NEA dista mucho de ser la de Buenos Aires, la de Rosario o la de Córdoba. Aquí, antes de que podamos avanzar hacia una plena construcción positiva de integración, hay muchas violaciones a los derechos humanos por ser denunciadas; basta solo con mencionar aspectos represivos de la legislación vigente y la presencia de legisladores a los que les resulta imposible separar sus ideas religiosas del cargo, al que llegaron con el voto indiscriminado del pueblo, para hacer leyes que no discriminen a nadie, y menos aún, a las minorías, como las de la diversidad sexual.
Por todo lo expuesto, queremos seguir diciendo, cada vez más y mejor, a nuestros padres, hermanos, amigos, vecinos, políticos, periodistas, y la sociedad toda: “Lo felicito, ha vencido un prejuicio”.
Desde Unidos por la Diversidad reflexionamos:
Una autora argentina alguna vez escribió: “quien no fue mujer ni trabajador piensa que el de ayer fue un tiempo mejor” y nosotros decimos ahora que “quien no fue gay, lesbiana ni transexual piensa que el de ayer fue un mundo mejor”. Y la podemos parafrasear porque esa misma autora, María Elena Walsh, se atrevió a hablar, poéticamente, de sus preferencias sexuales antes de que la transgresión fuera moda.
Hoy 28 de junio, celebramos el día internacional del orgullo LGBT; pero, lo celebramos con la conquista de derechos que significaron las leyes de Matrimonio Igualitario y de Identidad de Género. Plenamente concientes de su importancia y de lo felices que han hecho a mucha gente, instamos a no dormirnos, ilusionados con la idea de que todo está resuelto. Hay mucho por pensar, mucho por concienciar, mucho por mostrar, mucho por hacer y, sobre todo, en este aniversario, mucho por reivindicar. Reivindicar a los tantos activistas que, cuando militar por los derechos de las minorías sexuales era andar por un camino de cornisa, creyeron que un mundo más justo e igualitario era posible.
Creemos que el único modo factible de completar el cambio social es, fundamentalmente, el de contextualizarnos. La realidad del NEA dista mucho de ser la de Buenos Aires, la de Rosario o la de Córdoba. Aquí, antes de que podamos avanzar hacia una plena construcción positiva de integración, hay muchas violaciones a los derechos humanos por ser denunciadas; basta solo con mencionar aspectos represivos de la legislación vigente y la presencia de legisladores a los que les resulta imposible separar sus ideas religiosas del cargo, al que llegaron con el voto indiscriminado del pueblo, para hacer leyes que no discriminen a nadie, y menos aún, a las minorías, como las de la diversidad sexual.
Por todo lo expuesto, queremos seguir diciendo, cada vez más y mejor, a nuestros padres, hermanos, amigos, vecinos, políticos, periodistas, y la sociedad toda: “Lo felicito, ha vencido un prejuicio”.